“Art 12: En caso de que Field Argentina SACIC y F no hubiere
construido la totalidad de las viviendas en el plazo previsto en el art 10,
deberá reintegrar a la
Municipalidad , en proporción a lo no edificado, los importes
que ésta haya invertido para la provisión de los servicios a que se alude en el
artículo 8 con más un interés del 12% anual a contar desde el día en que la Municipalidad
efectuó la inversión”
Ordenanza 1599 / Remodelación de urbanización a favor de Field
Argentina SACIC y F
Del Diario de Sesiones del CC.DD. de Rosario / 30-01-1962
“Un plazo de
setecientos sesenta días laborables” es el fijado en el art. 10, lo que
equivale prácticamente a tres años. Viene bien entonces repasar las fechas de
nuestra historia: 1961 es el año del acuerdo con Echesortu y Casas (anterior
dueño de los terrenos) y del desembarco publicitario en Rosario; rápidamente a
inicios del ‘62 se aprueba la urbanización. De allí en más un extenso período
de gestión (mientras se producen las primeras ventas) hasta desembocar en el
inicio de la construcción en 1965. Por lo tanto, una simple suma nos pone
rápidamente en contexto: la nueva arremetida propagandística de “Quién vive?”
de 1968 en La Capital
de la que hablamos en “Pioneros del acierto” está cargada por el apremio del
cumplimiento de aquel plazo y unas ventas seguramente inferiores a los
esperado: 665 sobre un total de 1133 implicaba que un 41,33% era el porcentaje
de lotes en los que no se había edificado y que, indefectiblemente, debería
aplicarse a la devolución de lo invertido por la Municipalidad. Una
considerable suma de dinero que Field Argentina seguramente no tenía en sus
cálculos desembolsar
De todas maneras,
por más que tenía pleno derecho, la Municipalidad no apremió hasta varios años
después a Field Argentina por este incumplimiento. Es más: al decir de Elda
Caprini “por insistentes pedidos de esta
Asociación la
Municipalidad de Rosario intimó a la Empresa Constructora
al cumplimiento de la parte dispositiva de la ordenanza 1599/62 relacionada con
la terminación del Barrio”, refiriéndose a la “Comisión de Defensa
Propietarios de Parquefield” creada en agosto de 1971. Un aparentemente
inexplicable letargo del estado comunal el que una vez pisado entrados los ’70 fue
sacudido por la presión de los vecinos iniciando una demanda judicial que
obligó a la constructora a obrar según lo pactado
“El 28 de abril de 1970
el comandante en jefe del ejército Lanusse envió un memorándum al presidente
Onganía, expresando las inquietudes de los altos mandos del ejército. Presentaba
un tono crítico del cuadro general de la situación argentina, y señalaba el
fracaso de la política económica, cuyos resultados se traducían en “la quiebra
de la paz social, el quebrantamiento de la pequeña y mediana industria; la
desnacionalización de empresas netamente argentinas; el sometimiento del país a
intereses financieros extranjeros; la crisis de la empresa agraria y el
estancamiento del desarrollo del país”. El memorándum mencionaba también la
“orientación antinacional en el campo económico, que no deja de impactar a
grandes sectores de la opinión”
C.E.M.A. (Cisneros, Escudé y colaboradores) / Historia general
de las relaciones exteriores de la República Argentina
Si nos
abstrajéramos de otras consideraciones concentrándonos en la argumentación del
memorándum de Lanusse (una airada queja al presidente de facto nada menos que
del comandante de la fuerza que lo había colocado en ese lugar, es decir, de su
factor de legitimación en el cargo) y usáramos conceptos y lenguaje de hoy,
podríamos decir que Lanusse estaba “corriendo por izquierda” a Onganía:
defender “la paz social”, “la pequeña y mediana industria”, “la empresa agraria” y “el desarrollo del país” y, más que nada,
criticar “la desnacionalización de empresas netamente argentinas”, “el sometimiento
del país a intereses financieros extranjeros” y “la orientación antinacional en
el campo económico” . . . bueno, no es precisamente el discurso habitual
imperante en los grupos militares y civiles afines que participaron en los
golpes de Estado de esos tiempos, ni mucho menos el de Onganía y sus ministros,
precisamente. El conflicto de poder tardó poco tiempo en terminar de
exteriorizarse: ante la explícita falta de apoyo del Ejército, el presidente
relevó a Lanusse de su cargo de comandante en jefe. Éste no sólo no aceptó el
relevo sino que, junto a sus colegas de la Marina y la Armada, resolvió
destituir a Onganía, eligiendo en su lugar al Gral Levingstone. Éste no llegó a
cumplir un año en el cargo que, superado por la crítica situación, fue nuevamente
destituido dando paso como presidente al propio Lanusse, aún sin renunciar al
mando superior de su fuerza
“Lanusse !
Marmota !
Perón va a venir
cuando le canten las pelotas !
(Cántico de simpatizantes peronistas
replicándole al Presidente de facto de la Argentina quien expresó que a Perón “no le daba
el cuero” para volver al país - 1972)
Iniciados los ’70,
el devenir de nuestra acotada historia local ingresa un período de turbulencias
en forma paralela a los grandes acontecimientos de la política nacional. Aún arriesgando
forzar las interpretaciones de hechos de naturaleza y escalas completamente
diferentes se puede esbozar que, así como la Municipalidad de Rosario inició
acciones concretas en defensa de sus intereses y de los vecinos de Parque Field
por el trabajo y la presión de éstos mismos, las Fuerzas Armadas, visibilizadas
en la conducción de Alejandro Lanusse, fueron compelidas a encaminarse a una
progresiva transición entre los años más duros del gobierno de Onganía, tanto a
nivel político como socioeconómico, a un viraje que posibilitara el acceso para
el país nuevamente al sistema democrático debido el clima de movilización,
militancia política y en definitiva descontento y resistencia de importantes
sectores de la sociedad argentina. Ya al año siguiente de asumida la
presidencia por Lanusse se producía la convocatoria a elecciones y la asunción
del nuevo gobierno
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Rucci recibiendo a Perón a su regreso al país (17-11-72) |
Mientras en lo
nacional se producía el retorno del peronismo al poder (con Cámpora en la
presidencia primero y el propio Perón inmediatamente después), en Rosario,
Field, con la construcción paralizada hace años, los vecinos levantados en su
contra con índices cada vez mayores de rebeldía en pago de cuotas y con un
juicio inexorablemente perdido con la Municipalidad, vendería casi media
urbanización (el sector norte, todavía sin intervenir) a la CGT Rosario. Pero la
alicaída Field Argentina no se retiraría de la escena, todo lo contrario: se
reconvertiría en la pujante Field Construcciones, proyectista y ejecutora de
(entre otros) el nuevo emprendimiento de la CGT Rosario de 2040 viviendas,
escuelas, centros asistencial y comerciales y demás equipamientos financiado
por el Banco Hipotecario Nacional en los terrenos recientemente adquiridos a
Field. El mencionado conjunto llevaría el nombre de “Barrio Obrero José Ignacio
Rucci” como homenaje a quien fue secretario general de la CGT nacional entre el
’70 y el ’73 hasta que fue asesinado a balazos víctima del clima de violencia
política imperante en esos años
Signos de lo que
hoy llamamos un cambio de época