El objetivo de este blog es mostrar una serie de estudios, reflexiones e interpretaciones respecto a un caso sumamente específico de la evolución urbana y edilicia de la ciudad de Rosario: la intervención arquitectónica de la empresa Field Argentina y su sucesora Field Construcciones en la zona noroeste de dicha ciudad plasmada en tres conjuntos de vivienda construidos entre 1962 y 1980 (Parque Field, Barrio Rucci, Parque Field 2). Y, tal como dice su título, es mi intención plantear al menos como hipótesis las múltiples y complejas relaciones que se producen entre las diversas escalas que atañen a dichos conjuntos, desde el más elemental hecho constructivo hasta los trascendentales sucesos acaecidos en esas décadas tan significativas para nuestro país y el mundo todo

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martes, 8 de noviembre de 2011

5/ Elevadas temperaturas (parte I)

“Se insinúa así una solución al problema de la vivienda. Ojalá vengan nuevos inversores para que otros centros urbanos se incorporen a la ciudad. Con la aprobación de la ordenanza creemos contribuir al progreso de Rosario
El resultado de esta operación dirá si el señor concejal Grela, que también confía en el tiempo, tiene o no la razón o si la poseemos nosotros”

Concejal Edgardo Arino, presidente del bloque oficialista del Concejo Deliberante de Rosario / 30-01-62

Con estas palabras cerró su discurso antes de la votación por la aprobación o no del proyecto de Ordenanza de remodelación de la urbanización solicitada por Field Argentina para construir el Barrio Parque Field


Diario de Sesiones del CC.DD. de esa noche
El mero dato de la fecha nos hace imaginar el clima en aquella noche rosarina pero, por si hubiera faltado temperatura en el Palacio Vasallo, en ese mismo 30 de enero el  gobernador Carlos Sylvestre Begnis aceptó oficialmente la renuncia del recordado Luis Cándido Carballo como intendente municipal. Claro, Carballo era el gobernador electo de Santa Fe y dejaba la intendencia para ejercer como tal: seguramente por ese motivo el Concejo sesionaba en extraordinarias. Y, más allá del enrarecido ambiente que rodeaba a la presidencia de Frondizi, no imaginaba el intendente que semanas después un golpe militar obligaría a renunciar al presidente y lo dejaría a él sin poder siquiera asumir aquel cargo para el que la ciudadanía santafesina lo había votado

Pero vayamos a lo nuestro. Luego de la lectura del informe de la comisión de Planeamiento y Urbanismo y del proyecto de Ordenanza, el presidente Gorni (quien al día siguiente asumiría la intendencia) abrió el debate. Primero hablaron los miembros de la comisión: José Lagonigro (a favor), argumentando “la innegable superioridad de la nueva urbanización proyectada desde el punto de vista social”; Oxandaburo y Gutiérrez (en disidencia) cuestionando aspectos más esenciales el primero, más de forma el segundo. Consideremos algunos de los dichos:


“ . . . la (urbanización) anterior constituye una simple subdivisión de tierra respetando un tipo de trazado, mientras que el actual proyecto aporta soluciones de fondo por sus perspectivas de alivio al grave problema de la vivienda y sus previsiones para dotar a la población que allí se radique de elementos tan substanciales como escuelas, salas de primeros auxilios, capilla, etc” (Lagonigro)

“Pienso que no es posible que veamos con buenos ojos la edificación de un barrio en lugar tan apartado, y menos con casas costosas . . . el Departamento Ejecutivo, el Concejo o las autoridades ocupadas en la solución del problema, si se abocan a un estudio serio, coincidirán en la necesidad de sancionar normas para que los barrios se construyan en terrenos dentro del perímetro de la ciudad donde haya luz, cloacas y transporte” (Oxandaburo)

“Es dable destacar, por otra parte, que de no prosperar la solicitud de referencia, las parcelas en cuestión podrían ser fraccionadas y edificadas sin la obligación de proveer al barrio de las mejoras correspondientes, acorde con la exigencia de la ordenanza antes dicha, pies en aquella época tales requisitos no eran obligatorios” (Lagonigro)


Así Lagonigro exponía uno de los argumentos del oficialismo para aprobar el proyecto. La urbanización de Field (como ya hemos visto en “El lejano noroeste”) era una reforma de la ya realizada por Echesortu y Casas en 1957. Rechazar el proyecto no implicaba “fojas cero” y retrotraerse al estado en que esas tierras no eran urbanas, sino a mantener en vigencia lo ya conseguido por la empresa rosarina, lo que podría derivar que en ese lugar fueran vendiéndose y ocupándose los lotes, incluso sin alguna de las “mejoras” ofrecidas por Field Argentina. De esa forma esta reforma calificaba (según ellos) como una solución “menos mala”


“Llama la atención que habiendo sido nosotros, los concejales del Partido del Trabajo y del Progreso, quienes presentamos un proyecto de construcción de 300 viviendas que costaba menos dinero que éstas y que podrían ser financiadas por medio de la Comuna sin desembolso de ninguna clase, a pesar de que le pedimos al presidente de la comisión de Obras Públicas que lo discutiéramos, no se haya resuelto nada. Alentábamos la esperanza de que el Departamento Ejecutivo empezara a preocuparse por la construcción de casas baratas, porque la clase obrera no puede pagar 6000 pesos mensuales por cada vivienda. Este proyecto no condice con las necesidades del pueblo. No está en condiciones de pagar sumas elevadas en concepto de amortización y mantener a su familia con una remuneración mínima de 4000 pesos mensuales” (Oxandaburo)


Posteriormente, el concejal Gutiérrez denunció los vicios que él observaba en la presentación del proyecto. Sellado por suma menor a la estipulada, faltante de plano en tela, dimensiones incompletas en las cotas de planos, realización de propaganda pública no autorizada, reducción no permitida del ancho de calles y alguna otra cuestión contradecían a los artículos 1, 4, 5, 6, 7, 16, 19, 22 y 40 de la Ordenanza 1079 (que regulaba este tipo de cuestiones).  Además de eso Gutiérrez argumentó:


“A estas objeciones de carácter legal, tendría que agregar objeciones de otro tipo. Y es el caso de los desagües y las aguas corrientes, que para llevarlos hasta los terrenos de Field Argentina tienen que recorrer 6 kms . . . Sé que dirán que esos desagües serán utilizados por los barrios que recorre este desagüe, pero nosotros tenemos que ver también en que forma eso va a ser pagado por los vecinos . . . La Municipalidad no está en este momento en condiciones de llevar a cabo obras de esta naturaleza, teniendo en cuenta que hay otros barrios que hace mucho tiempo que están habitados y a quienes les hace falta todos estos servicios. Además, respecto de estas casas que quiere construir Field Argentina para ferroviarios, quiero pensar que no hay tantos directores, porque serán para dirigentes y no para obreros, ya que serán contados los que podrán abonar una cuota mensual por el término de 5 años de 5000 pesos. Por ahora, nada más”


Al finalizar Gutiérrez, pidió la palabra el concejal Plácido Grela. A su crítico discurso se le opuso luego el de Edgardo Arino (como ya dijimos, presidente del bloque oficialista) y luego la votación. Ambas fueron las exposiciones más extensas, medulares y profundamente políticas de la noche, en un sentido amplio. Se habló de la ciudad y de sus habitantes, de las viviendas, de economía y de financiamiento, del Banco Hipotecario, del gobierno nacional, de modos de vida, de la clase obrera, de Estados Unidos, de Cuba, de la inflación, de Frondizi y, por supuesto, de Field Argentina

Pero esos discursos son el material para una próximo entrada

1 comentario:

  1. Vamos a hacer aquí los necesarios y merecidísimos agradecimientos . . .

    A Ana María Alberto, Silvia Fernández León, Fabricio Navone y Ernesto Della Riva. Con cada uno de ellos me encontré en sus puestos de trabajo en el Concejo y tuvieron la mejor predisposición y buena voluntad para que yo me hiciera del material (valiosísimo para mí) de aquel debate en el Palacio Vasallo. De alguna manera este post está dedicado a ellos

    Gracias de nuevo y lo mejor para uds.

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