Noticias de ayer
Extra ! Extra !
Arbitrariamente, le asignamos al personaje de la imagen coordenadas en el espacio y en el tiempo: Rosario, 1962. Y en ese viaje imaginario hacia varias décadas atrás, está muy claro que son muchas y de gran peso específico las noticias que este caballero podría estar leyendo. Por ejemplo las de nuestro país, atravesado por la crisis institucional provocada por la presión de sectores militares y civiles que obligó a renunciar al presidente Arturo Frondizi, alterando una vez más a la recurrentemente amenazada democracia argentina. O las de nuestra ciudad, con los coletazos locales de esa crisis: Luis Cándido Carballo, exitoso intendente rosarino, era electo gobernador de Santa Fe, pero el mismo movimiento golpista le impidió asumir. Por otro lado, también el planeta tenía lo suyo ese año: 1962 significó uno de los puntos más álgidos de la “Guerra Fría”, con Kennedy y Kruschev en plena “Crisis de los Msiles”, tras el fallido intento norteamericano de sofocar la reciente Revolución Cubana. Y en diferentes planos informativos Brasil gana otro Mundial de fútbol, y se suicida Marylin, y . . .
Pero haciendo uso de la arbitrariedad mencionada, imaginamos que nuestro lector no se interesa en nada de eso. Hojeando el Diario Crónica de Rosario, presta su atención a este aviso:
Veamos de qué se trata. El aviso lo suscribe Field Argentina, “la empresa que construye ciudades”, que tiene sus oficinas en San Martín y Urquiza de Rosario. Y las “modernísimas” máquinas mencionadas serán empleadas para la construcción de “Parquefield”, un barrio que recibe el calificativo de residencial, pero del que (extrañamente?) no se menciona su ubicación. El círculo se completa con referencias a las características de la constructora: queda claro que Field Argentina es una filial de Field (así, a secas) empresa radicada en Florida, USA, adonde la firma se atribuye una vasta experiencia en la construcción de viviendas (más de 30 mil) y desde donde envía la maquinaria sin antecedentes en Sudamérica, que incluye a la única nombrada: una planta para fabricación de bloques de hormigón
La atipicidad de las viviendas de Parque Field para su tiempo podría empezar a describirse por la negativa. Son casas sin cimientos, sin ladrillos, sin revoques exteriores, sin carpetas; tampoco tejados, ni desagües pluviales. Todo esto era sustituido por un veloz sistema constructivo que partía de un terreno exactamente nivelado por motoniveladoras, sobre el que se preparaban las plateas de hormigón armado individuales para cada vivienda. Estos pisos se alisaban con allanadoras rotativas dejándolos aptos para, sobre el final de obra, simplemente pegarles baldosas plásticas como terminación. Como paramentos verticales y cubierta, materiales similares: la planta instalada de bloques, viguetas y ladrillos de techo era capaz de producir las miles de piezas diarias necesarias para el ritmo de la obra. Los muros de bloques, exteriormente eran dejados "a la vista"; las cubiertas, terminadas simplemente con la capa de compresión y techado asfáltico. Y como si todo esto fuera poco, los pintores avanzaban con máquinas que proyectan pintura a presión
El sistema era simple y los objetivos, claros: reducir lo más posible los rubros y los gremios intervinientes, por un lado y agilizar al máximo los imprescindibles, por el otro. Con aquellas máquinas del aviso, la constructora monta una planta que, siendo alimentada con los insumos básicos del concreto y del hormigón armado (cemento, áridos, agua y acero) resuelve la inmensa mayoría de las tareas para ejecutar las viviendas. La bloquera es capaz de entregar una pieza cada 5 segundos; la hormigonera, de proveer todo el material necesario para el barrio y, además, de proveerle hormigón elaborado a terceros. La unidad de avance del conjunto es la manzana, por lo tanto caminar por el barrio en construcción ofrece el panorama de ver a una de ellas con el suelo listo para hormigonar plateas, en otra levantando mampostería y así sucesivamente, con la consiguiente optimización del ritmo de obra por repetición de tareas
La simplificación y la velocidad de ejecución rínden sus frutos organizativos, publicitarios y (finalmente) económicos. En cuanto a lo constructivo, lo que hay es un producto sólido no sólo en la literalidad del concepto, sino en la presencia empresaria que se advierte por detrás del barrio y de sus viviendas
Quizas todos digan de su barrio que es úico...SÖlo los Parquefielinos podemos jactarnos de vivir en el barrio que vio llegar a "padres" a criar a sus hijos y esos hijos ( en su gran mayoría) hicieron lo mismo y así "nuestro barrio" Amado Parque ve crecer a "nietos " de nuestra raíz...quienes tuvieron la consigna de crear un barrio jamas imaginaron lo que éste seria para sus habitantes...
ResponderEliminaryo tuve la buena fortuna de nacer en PARQUE FIELD en el ya casi lejano año 1966.y el sentimiento de pertenencia que tenemos todos los que nacimos y vivimos alli es inmenso,hoy ya no vivo en el barrio(vivo en valencia) pero mi mama,mi hija y mis nietos todavia viven ahi. y podemos decir orgullosos que la historia del barrio la empezamos a escribir nosotros.
ResponderEliminar"Anónimo" y Héctor, muchísimas gracias por dejar sus comentarios. Les contesto juntos, porque ambos van en la misma línea: expresar orgullosos el sentimiento que tienen por su barrio. Yo nunca viví en Parque Field, pero lo he andado muchas veces, tengo varios conocidos, he jugado (mediocremente) en las canchas de tenis del Club Residentes y, últimamente, al conectarme con el grupo de PF en Facebook me he empapado de ese cariño y esa identificación que todos o al menos muchos tienen por el barrio que los vio nacer, o crecer
ResponderEliminarMi óptica es, lógicamente, desde la arquitectura, y en este blog por lo tanto los temas están enfocados desde aspectos quizás más técnicos, pero créanme que me reconforta mucho que de alguna manera apoyen y valoren que podamos construir una historia que es fundamentalmente nuestra. Hoy puede ser Parque Field, mañana otro barrio, otro lugar; pero creemos (aquí hablo desde mi grupo de trabajo) que nadie contará nuestra historia sino nosotros mismos. Así que hacerlo es un poco un compromiso, pero quizás más que eso, un placer
Les dejo un abrazo y nuevamente un "gracias!"